Hola a todos,
parece que al menos uno de los propósitos que me había planteado al empezar el postdoc, que era viajar, se va cumpliendo.
Esta vez me tocó ir a Islandia, con la excusa de siempre, que si el hidrógeno y eso.
Es un sitio impactante, una isla enorme y con muy poquita gente que regala energía, frío, viento, y al parecer noches y días interminables, pero esto no se ve en septiembre.
La isla está llena de cosas que ver: aguas termales, géiseres, volcanes, cascadas, glaciares, bahías, lagos, o el sol de medianoche y las auroras boreales. Apenas tuvimos tiempo para ver algunas de ellas, así que me voy con la sensación de que tengo que volver y pasarme unos días más por allí.
Por lo demás lo de siempre, ¡grandes vacaciones las conferencias!, perfectas, si no fuera por esas dichosas charlas.
Bueno, que vayáis si podéis, que a mí me ha encantado. Eso sí, no os lavéis los dientes con agua caliente, sabe a azufre...
Islandia2008 |
Un abrazo