Karaoke cubano

Ayer estuvimos en casa de Jose Luis para conocer (por no decir cotillear, que eso está muy feo) su hogar con ese toque caribeño que tiene ultimamente. Y creo que hablo en nombre de todos cuando digo que nos quedamos impresionados por el atico-duplex del copón de aquí el amigo.

Para comer, empezamos con unos entrantes a base de plátano frito y yuca, platos cubanos típicos. Muy ricos. A continuación, el esperado plato principal: las teletortas. Sí amigos, las famosas teletortas. Había dos de tipo burger/barbacoa y otras dos supremas (¡como las de Móstoles!). Luego Carmen trajo un estupendo dulce alemán de chocolate de nombre impronunciable pero con una traducción que no deja lugar a la duda: "pastel árbol". Además es el único alimento en el mundo que se corta en horizontal. Si es que estos alemanes nos llevan años de ventaja... Bueno, por si esto fuera poco, Jose Luis sacó unos helados de menta con chocolate y de sorbete de mandarina, que también estaban de muerte. Todo esto, aderezado con cervezas, vino y Coca Cola. Nuestros exquisitos paladares por fin quedaron satisfechos.


Luego Yoel preparó unos contundentes mojitos cubanos que ya dieron rienda suelta a nuestra creatividad musical. Y nos pusimos a cantar. Como en las pelis musicales de los 50. Y cantamos como los mismísimos ángeles del cielo. De hecho, subieron unos vecinos para felicitarnos por la interpretación del tema "El límite" de La Frontera.

Luego seguimos destrozando temas del pop español como "Al calor del amor en un bar" del Gabinete Caligari, "A quién le importa" de Alaska y Dinarama, "Un año más" de Mecano, "Déjame" de los Secretos, "Devuélveme a mi chica" de Hombre G, y así podría seguir toda la tarde.

En fin, una velada inolvidable que espero que se repita.

Un saludo a todos.