Hola a todos,
Vale, tengo una bici, eso mola, mucho, pero el resto de mi vida holandesa no estaba siendo muy excitante que digamos. Algunos días entre el curro y las clases de holandés (Nederlands is een moeilijke taal) llego a casa después de las diez, reventado. Los otros es peor, porque como no tengo mucha vida social me pongo a estudiar y acabo más reventado todavía.
Pero este finde vino la Su, y cuando la reina anda cerca suelen pasar cosas divertidas.
El sábado, con mi bici y otra que alquilamos, nos fuimos de excursión al Koekenhof, un jardín de flores que es el orgullo nacional de Holanda, les molan un huevo las flores a estos tíos (nos molan, que tengo bici).
Por supuesto nos perdimos, y nos rescató un amable lugareño que, además de indicarnos el camino nos recomendó, casi ordenó, que nos quedáramos a ver una cabalgata que tienen con carrozas hechas con flores, olían muy bien. Mira a Pippi.

Mientras esperábamos el desfile conocimos a unos postdocs españoles de Delft con los que pasamos el resto del día, bueno, uno de ellos es predoc, como el Ser, y francés, pero casi no se le nota (excuse moi, Gael :-)).
Los tíos fliparon, y yo un poco también, cuando los reconocí. La cosa es que hace poco tiempo, mientras andaba buscando en google rocódromos por aquí cerca me encontré con el blog de uno de ellos, Pedro, que hablaba de cuando fueron a escalar a den Haag, a un roco, claro (esto es Holanda, estamos bajo el nivel del mar).

La cosa es que los tíos son muy majos y nos fuimos con ellos al Koekenhof éste. Aquí van algunas florecillas del jardín (la grande es más bien un cardo):


Después, de vuelta a Leiden, dimos un pequeño rodeo para venir por la costa, y nos paramos un ratito en la playa, a estos tíos les dio por hacer taichí, te cagas.
Aquí están: Falta Gael, que decidió mantener su dignidad intacta.

La cosa es que nos lo pasamos de pm y he quedado con ellos para ir el sábado al roco de den Haag. (Papá, un rocódromo es un sitio muy bonito donde nunca te pasa nada, se lee poesía, que por mayo era por mayo y tal…)

… y el curro? Ah, sí! Me mandan a Copenhague 6 semanas, a partir del 15 de mayo, dice mi jefe que igual encuentro el hidrógeno ese por allí. Por supuesto, estáis todos invitados, menos uno.